El cante por sevillanas y fandangos, las palmas y los vivas a la Blanca Paloma inundan el ambiente que se vive en la aldea almonteña de El Rocío, a donde acude una multitud de personas procedentes de diversos sitios con el fin de presentarse ante la Reina de las Marismas y rendirle pleitesía. Las Hermandades con sus simpecados van llegando a su destino, se ven fieles que rezan frente a la Virgen y presentan sus promesas, se escuchan cantes que salen del corazón con el mayor respeto y devoción.
Una novedad este año es el traje que estrenará la Virgen en la romería. El nuevo atuendo de Reina, compuesto por manto, toca, saya y túnica del Pastorcito, ha sido bendecido y bautizado con el nombre de traje de Pentecostés, porque el misterio de Pentecostés es el motivo central de la escena que aparece en el manto bordado en seda natural. Asimismo, el escudo de la Hermandad Matriz de Almonte y la paloma del Espíritu Santo destacan entre los adornos del manto.
La Reina de las Marismas, que ya luce su nuevo traje, se encuentra entronizada en su paso de plata y a la espera de su procesión el próximo lunes 13 de junio, sin duda uno de los momentos más esperados del año por todos los almonteños y rocieros.