Sevilla y los sevillanos dejan a un lado la rutina del resto del año y hasta el domingo 8 de mayo viven con salero y alegría su fiesta local por antonomasia, la Feria de Abril.

Durante la semana, familias enteras, amigos, visitantes foráneos, artistas y famosos acuden al “Real de la Feria”. El centro neurálgico de la fiesta se ubica en el barrio de Los Remedios y la inauguración tuvo lugar en la noche del 2 de mayo, con el tradicional alumbrado de la Portada, cuya decoración este año conmemora el quinto centenario de la primera circunnavegación de la Tierra.

Es una fiesta que baila y canta sevillanas; que se refresca con una copita de fino o manzanilla; que se alimenta con el tapeo, el delicioso pescaíto frito... Una Feria que se engalana con vistosos trajes de faralaes, con farolillos de distintos colores en todas sus calles, con miles de casetas decoradas al detalle... que disfruta con elegantes paseos a caballo y en calesa, que alberga un parque de atracciones -los denominados “cacharritos”- para disfrute y ocio de los más pequeños. Es el momento también para pasar una tarde de toros en la Maestranza.

Son días que se exprimen al máximo y hay tiempo para todo, menos para el descanso. Esta fiesta, la Feria de Abril de Sevilla, solo se toma un respiro bien entrada la madrugada para volver a dar lo mejor de sí a partir del mediodía siguiente.

Es tan grande la popularidad de la que goza la Feria de Abril de Sevilla que, al final, muchas las ciudades de la geografía española han sucumbido a su encanto y, también, lo celebran a su manera. ¡Olé por Sevilla!